¿La universidad dice quién soy?

CEPRESM

Cuando estamos aún en el colegio y nos ponemos a pensar en la carrera que estudiaremos, asociamos sistemáticamente la universidad con más prestigio y fama sobre la carrera en cuestión. Comparamos, asistimos a charlas informativas, conversamos con estudiantes universitarios, egresados y profesionales.

Entorno a eso y a la publicidad, comienzan a nacer masivamente estereotipos y prejuicios, para propalarse luego y mitificar alguna que otra verdad o mentira acerca de las características (favorables y desfavorables) de las facultades para tal o cual especialidad.

Pero muy a parte de la universidad que escojamos (habiendo hecho caso o no a las posibles leyendas) el momento de la verdad llegará cuando decidamos buscar una práctica pre profesional o un empleo. Es ahí donde empezará el juego de la demanda y de la oferta, y donde se reflejará el gran impacto de aquéllos mitos antes expuestos.

“El éxito depende de la persona no de la universidad”

Manuel Behar, Gerente General de Ofisis, consultora de sistemas, piensa que ninguna universidad brinda todo lo que una empresa necesita. La universidad brinda la base, lo demás lo hacen las empresas. Además, explicó la filosofía de su empresa, la cual implica contratar a gente de diversas universidades, buscando una mixtura, pues cada casa de estudios tiene su forma de capacitar y formar a sus alumnos, y el éxito depende de las ganas que le pongan y de la capacidad que tenga la persona. Depende más de la persona, que del trabajo.

Así también sugiere Yolanda Valle, Profesora de la Universidad ESAN especialista en temas de recursos humanos y desarrollo organizacional, cuando afirma que para emplear no sólo son importantes los conocimientos, sino también las habilidades y aptitudes, factores subjetivos de cada persona.

Las empresas entran en el juego, muchas veces

Esto no se puede negar. Las empresas solicitan y ofertan sus plazas disponibles entorno a ciertos requisitos, entre ellos, la universidad. Entonces, ¿en qué quedamos?

Carlos San Román y Leonor Guerrero, director general y directora de Permanent Placement & Calidad de Adecco Perú nos resuelven esta disyuntiva de la siguiente manera:

A la hora de buscar personal, las competencias que ahora más pesan son las personales, pero no es la única verdad, porque hay empresas en las que pesan más las competencias específicas o las de formación. Pero, en un gran porcentaje pesan más las características personales. Se buscan personas que tengan una buena actitud, es decir, cómo te muestras en tu día a día. Ser proactivo es fundamental, y la actitud de la persona, que se note que realmente quiere trabajar. Otro aspecto que las empresas solicitan más es la facilidad para el trabajo en equipo, que puedan tomar decisiones y tengan una orientación hacia el cliente.

En conclusión, la universidad no hace al profesional. Cada persona es diferente, tiene aptitudes y habilidades diversas, haya estudiado en un instituto o en una universidad reconocida. El centro de estudios da la pauta, pero es el egresado el que le dará valor agregado a su hoja profesional. De esta manera, podrá derrumbar prejuicios adoptados por aquellas empresas que hoy en día siguen asociando carreras con facultades, cerrando así, puertas a futuros y a, posibles, mejores profesionales.

Fuente: Universia Perú
Autor: Nathalie Tacchino