El amor en los tiempos del messenger

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Son las 5 de la mañana y te das cuenta que llevas horas frente a la pc conversando amenamente con “aquella” persona. El tiempo se te pasó sin darte cuenta, ni el sueño ni el hambre influyeron en ti, tu sólo tipeas y te dejas llevar por esa sensación de tener a una persona al otro lado de la maquina que te hace sentir ilusionado y fuera de este mundo.

El corazón retumba con cada tukutin y se emociona con el brillo de la ventanita al tintinar, te está hablando. Ese simple “hola” da inicio a una larga faena de temas, todo es válido y, frecuentemente, la sonsera prevalece.



El roche de llamar a su celular o a la casa quedó atrás junto con la típica colgada de teléfono cuando te contesta porque no sabes qué decir y te quedas mudo al escuchar su voz. Ahora con un simple “hola, ¿cómo estas?”, basta. El resto fluye solito, claro siempre y cuando haya un clic con la otra persona, sino fuiste y te verás bloqueado por insistente y hasta eliminado.

El messenger se ha convertido en unas de las herramientas de mayor uso cuando de “gilear” se trata. Y es que la cobardía se va, puedes mandarte sin sentir mucha vergüenza, total, no te ven y después lo puedes asolapar con unas cuantas risas y unos emoticones. Sirve si eres tímido(a) así no pasas pavor cuando quieres llamar a invitarla (lo) a salir, sólo esperas que se ponga on line y listo.

Si eres de las personas un poco obsesionadas por saber cuando entra y sale del chat, o si cambia de nick, entonces el plus es tu mejor aliado, ya que permite informarte de todos los eventos que realiza durante el día. Así que cuando escuches ese sonido especial que le pusiste cuando el o ella ingrese, correrás de donde estés para sentarte e inventar cualquier excusa para empezar la conversación.

Que levante la mano quién no ha sufrido cuando está en la mejor parte de la conversación, en pleno coqueteo, y el sistema se va, se cuelga la máquina y tú desconectado. Tan sólo apelas a la rapidez de tus dedos para ingresar nuevamente, pero para suerte tuya sólo encuentras unas líneas de despedida. Ahí las ganas de querer patear la PC y maldecir a los cuatro vientos aparecen desde el fondo de tu alma.

Definitivamente el Chat ha revolucionado la forma de comunicarnos y expresar los sentimientos, ya que no siempre lo que quieres decir es interpretado como tal, la entonación o el sentido cambia con frecuencia, lo cual puede ocasionar que la otra persona reciba el mensaje equivocado y ¡plum!. Se arma la grande.


Si bien ahorras en largas llamadas que llegan a resultar costosas, sobre todo cuando los papás gritan a fin de mes con la cuenta que llega, muchas veces es mejor escuchar su voz y saber en qué sentido te está hablando, de broma o de verdad.

El amor en los tiempos de messenger, es el amor que logra hacerte desesperar por esa respuesta que no aparece, ya que borra y escribe pero no manda el mensaje. Es el que te puede ilusionar al encontrar un correo en la bandeja de entrada o el que te hace malas pasadas al hablar de más o al mandar un mail que de casualidad llega a destinatarios equivocados. Sea como sea, ayuda tanto en la conquista como en la metida de pata.

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